Diferencia entre pie de riesgo y pie diabético.
Los términos pie diabético y pie de riesgo se refieren a dos entidades distintas o en distinto estadio. En el caso del Pie de Riesgo estamos clasificando el nivel de riesgo que presenta un pie de padecer una lesión. Por el contrario, la clasificación exhaustiva del Pie diabético hace referencia a aspectos relacionados con las ulceras o lesiones (profundidad, tamaño, etiología..). La patología de pie diabético hace referencia a un pie que presenta lesión y/o ulceración, que tiene una base neuropática, un desencadenante traumático, implicación de enfermedad vascular periférica y la aparición de infección.
El conocimiento de los factores predisponentes que sitúan al paciente con DM en un estado de riesgo, es el primer paso que debemos seguir para evitar la aparición de lesiones o ulceraciones.
El pie diabético, es un pie de riesgo porque está propenso a sufrir lesiones que no solo comprometen la salud del pie, sino también la del paciente, ya que, al no tratar la lesión a tiempo, esta puede infectarse y gangrenarse a tal punto que se requiere la amputación.
Los posibles problemas en tus pies pueden ser llegar a producir al medio plazo úlceras que no cicatrizan ocasionando la amputación de las extremidades inferiores o infecciones de piel, hueso o acumulaciones de pus.
¿Qué es el pie diabético?
Sufrir diabetes hace que el pie sea más propenso a padecer infecciones, heridas, mala circulación, problemas de sensibilidad y mala cicatrización, sobre todo en diabéticos de más de 10 años de evolución.
El pie diabético es la infección, ulceración y destrucción de los tejidos profundos de las extremidades inferiores, los cuales se asocian a factores de riesgo entre los cuales se pueden mencionar:
Enfermedades vasculares periféricas
Neuropatía
Malformaciones del pie
Presión plantar
Callos
Ulceraciones previas
La evaluación del pie con un podólogo, permite diagnosticar y tratar las enfermedades relacionadas con el pie diabético, para evitar una complicación mayor.
Las alteraciones en el pie, como por ejemplo las temidas úlceras, son la causa más frecuente de hospitalización en los pacientes diabéticos.
¿Qué es el pie de riesgo?
El pie de riesgo evalúa y corrige los factores de riesgo que pueden conducir a una ulceración en los pies diabéticos, como por ejemplo:
· Dedos en garra
· Deformidades óseas
· Cabezas metatarsianas prominentes
· Juanetes
El pie diabético es un pie de riesgo principalmente por tres motivos:
· Pierde sensibilidad, con lo que se hace difícil notar el dolor provocado por roces, ampollas, heridas y úlceras.
· La circulación sanguínea puede estar alterada de modo que cualquier herida tardará más en cicatrizar.
· El sistema de protección del cuerpo ante infecciones puede estar alterado, por lo que es más fácil que estas heridas se infecten y provoquen problemas en el resto del organismo.
¿Cuáles son los síntomas del pie diabético?
Con frecuencia, los signos y síntomas iniciales del pie diabético pasan desapercibidos, bien por desconocimiento, o bien porque la falta de sensibilidad impide detectar las molestias derivadas de la alteración circulatoria.
Debemos estar atentos ante cualquiera de estos síntomas:
· Hormigueo, calambres, pérdida de fuerza y/o estabilidad, dolor al caminar en la planta del pie o en la pantorrilla. Ardor o dolor en los pies.
· Cambios en el color de la piel y en su temperatura (frialdad, palidez, tono azulado).
· Caída del vello de los pies, los dedos de los pies y la parte inferior de las piernas.
· Caída espontánea de las uñas o cambios en su aspecto (engrosamiento, fisuras).
· Aparición de heridas que no cicatrizan.
· Pérdida de la sensación del tacto o de capacidad para sentir bien el frío o el calor.
· Cambio en la forma de los pies a lo largo del tiempo.
Estas son las principales zonas de aparición de ulceras en el pie diabético y de riesgo:
¿Cómo se trata el pie diabético?
El manejo adecuado de la ulceración, la infección, la enfermedad vascular, los niveles óptimos de glucosa y el control de las deformidades mediante dispositivos de descarga especiales son decisivos para salvar una extremidad o llegar a la resolución de una úlcera.
· Tratamiento clínico de la herida para permitir su cicatrización.
· Seguimiento permanente del paciente a distancia mediante Teleasistencia con el fín de seguir su evolución y detectar irregularidades.
· Estudio de los apoyos del pie, para corregir la pisada y prevenir la aparición de nuevas heridas.
· Estudio del calzado del paciente y aplicación, si fuera necesario, de calzado especial para prevenir la aparición de nuevas lesiones.
· Labor de orientación y formación sobre los riesgos acarreados por el pie diabético, educación sobre los cuidados que debe seguir, el calzado que debe usar, las normas de higiene y en general la prevención y observación de sus extremidades para evitar la aparición de nuevas lesiones.
· Lava diariamente tus pies con agua tibia y jabón neutro.
· No apliques alcohol o sustancias limpiadoras como isodine, agua oxigenada, merthiolate o violeta de genciana, ya que pueden originar quemaduras o reacciones alérgicas.
· Seca adecuadamente tus pies, verificando que no quede humedad en medio de los dedos.
· Evita utilizar calzado apretado o flojo, ya que pueden provocarte ampollas
Acude al médico si identificas alguna anomalía en tus pies, como:
· Úlcera
· Ampollas
· Uñas enterradas
· Dolor
· Cambios de coloración
· Cuerpos extraños como vidrio, astillas o cualquier tipo de material enterrado en el pie
Las úlceras en el pie son la principal causa de amputación, y alargan la estancia media en el hospital de los pacientes diabéticos en un 59% de tiempo. Es por esto que es de vital importancia la prevención y el manejo temprano para evitar su aparición.
¿Cuáles son los criterios de evaluación del pie diabético?
El podólogo realiza una evaluación física del pie, para determinar la presencia de deformidad, úlceras, hongos o hiperqueratosis, otra evaluación realizada en la consulta es la artropatía, en la cual se puede determinar si hay cambio de tono en la piel y la temperatura.
Es importante entender que ser diabético no implica tener un pie diabético o de riesgo. Esto dependerá de la evolución de la enfermedad y el estado del paciente.
Para evaluarlo, realizamos un protocolo específico de valoración para conocer el estado exacto en que se encuentra nuestro paciente:
· Valoración periódica de la sensibilidad, de la circulación sanguínea y del estado articular para un correcto diagnóstico.
· La exploración de los pulsos periféricos mediante Eco-doppler.
· El análisis de la sensibilidad vibratoria, los reflejos y el examen con el monofilamento de Semmens-Wenstein.
· Valoración analítica sanguínea
Una vez el podólogo realiza las evaluaciones puede determinar el pie de riesgo en el paciente diabético:
· Bajo riesgo: El paciente presenta sensibilidad y hay pulsos palpables.
· Riesgo Aumentado: Existe la presencia de neuropatías y ausencia de pulso.
· Alto Riesgo: Si el paciente ha experimentado una ulceración previa, presenta neuropatías, ausencia de pulso, deformidad y cambios de color en el pie.
· Pie Ulcerado: Requiere una atención personalizada.
¿Cuál es el criterio de evaluación de las úlceras del pie?
Las úlceras en un pie diabético pueden clasificarse en:
· Superficiales: Se evidencia la destrucción del espesor de la piel, apareciendo una celulitis superficial
· Profundas no complicadas: La úlcera penetra en la piel afecta grasa, tejido, tendón y ligamento, pero no se evidencia osteomielitis
· Profundas complicadas: Es una lesión extensa y profunda, con absceso, secreción, osteomielitis, infección y mal olor
· Gangrena limitada: Parte del pie se pone necrótico
· Gangrena extensa: el pie se necrotiza por completo, por lo cual se sugiere amputación
Consejos de prevención en el pie diabético
Pacientes diabéticos deben acudir por lo menos una vez al año a la consulta con el podólogo, para prevenir lesiones que puedan afectar la salud de los pies, con el fin de reducir las amputaciones.
Se deben tomar medidas de evaluación para el uso de un calzado correcto, también educar al diabético para mantener una adecuada higiene de los pies, se debe mantener un control de la glucosa.
El tratamiento lo prescribe el especialista que trata al paciente según la gravedad de caso, los más comunes son:
Aplicación de apósitos estériles para coadyuvar a la sanación de a úlcera
Desbridamiento, se trata de eliminar el tejido necrótico para facilitar la cicatrización de la lesión
Férulas para aliviar la presión
Aplicación de antibióticos, luego de realizar el cultivo microbiológico
Si eres diabético y nunca has explorado tu circulación y tu sensibilidad cutánea, tienes callosidades o deformidades en los dedos y eres propenso a sufrir úlceras o heridas, no dudes en ponerte en manos de nuestros expertos en pie diabético y de riesgo para solucionar estos problemas.
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